Fuera nervios antes de una reunión comiéndote las mejores patatas fritas de Bruselas

¿Te pones nerviosa antes de una reunión? ¿Te sientes incómoda hablando en público? Pues no pasa nada, porque tenemos el antídoto perfecto. Alquila un coche, viaja hacia las afueras de Bruselas y deléitate con la mejor comida casera del mundo: “les frites” (o como quieras llamarlas: patatas fritas, patatillas, chips…).

Sí, hay 5000 fritkot en Bélgica, pero tú mereces el mejor

Aunque se piensa que son de origen francés, algunos afirman que las frieten nacieron en Namur. En cualquier caso, puedes saborear las mejores patatas fritas del país en el Fritkot Big Moestasje, cerca de la estación de tren de Jette, a solo 6 km de Bruselas. ¿Sabías que el secreto para conseguir unas patatas fritas crujientes depende en gran medida de la temperatura de la grasa, que debe estar entre 175 ºC y 180 ºC durante la fase final? Pues ahora ya lo sabes. ¡Disfruta! 

Place Cardinal Mercier 23 1090, Jette 

Tu cuerpo te pide deliciosos carbohidratos cuando estás estresada 

A solo 6 km al sur de Bruselas, Ixelles alberga el Fritkot Bompa. Este referente local se siente orgulloso de sus patatas frescas belgas cocinadas en su grasa de ternera renovada diariamente. Y, si esto no te ha hecho la boca agua, esta tienda de patatas también ofrece una gran variedad de fantásticas salsas caseras. 

Avenue de la Couronne 71, 1050 Ixelles 

Los belgas comen 16 kg de patatas al año y tú también lo harás 

Los locales adoran Chez Jeanne & Jef y juran que sus patatas están para morirse. Dentro de este pequeña caseta, te recibirán amablemente y podrás devorar unas patatas recién salidas de la freidora, crujientes por fuera y tiernas por dentro. Son las mejores patatas fritas del norte de Bruselas, ¡es normal que sea un lugar tan famoso! Ten en cuenta que deberás esperar pacientemente en la cola antes de hacer tu pedido. Pero la espera vale la pena.

Place Peter Benoît, 1120 Neder Over Heembeek 

Tu compañero 

En Etterbeek, un pequeño y tranquilo pueblo en la región de Bruselas, todo el mundo va a La Maison Antoine. En este establecimiento, fundado en 1948, no hace falta decir que las patatas son algo que se toman muy en serio. Sin embargo, se sirven en un cono de papel y solo cuestan 2,70 €. Además, con sus 30 salsas diferentes, no podrás decidirte por una sola.
Place Jourdan 16, 1040 Etterbeek

Has comido ensalada durante todo el viaje 

En Uccle, a solo 20 minutos de la capital europea, déjate caer por Chez Clémentine. Conforme a sus principios, este establecimiento se enorgullece de ofrecer un ambiente amigable y de preservar la esencia del tradicional fritkot belga. Solo por sus patatas, vale la pena viajar hasta allí. No nos extraña que la Unesco haya propuesto apoyar la calidad de sus patatas fritas nacionales como un icono oficial del patrimonio cultural del país.

Place St Job 40, 1180 UCCLE