Simplemente basta con conectar el enchufe del vehículo y esperar tranquilamente o ir mientras tanto a hacer esas gestiones o compras del día a día. Tanto el vehículo como los puntos de carga cuentan con dispositivos de seguridad para evitar que alguien los desenchufe.
Estos puntos se adaptan a tu estacionamiento, a tu potencia disponible para igualar tus usos y optimizar costes. Hay puntos de recarga de pago, pero también puedes encontrar algunos gratuitos.