Dublín es, sin lugar a duda, una magnífica ciudad para pasar un fin de semana. ¡Una ciudad que sabe de diversión!
Tras saborear una pinta en tantos pubs como puedas (¡hay más de mil!) y una vez que hayas conocido la poesía de Yeats y de Heaney, ¿por qué no poner tus miras en otras zonas de la preciosa Isla Esmeralda?
Una forma infalible de relajarte después de las horas de trabajo en Dublín es montar en tu coche de alquiler y emprender el camino hacia los acantilados de Moher. Estos acantilados abruptos se consideran una parada clave de la Ruta del Atlántico Salvaje y son hogar de innumerables leyendas por su inagotable belleza y su biodiversidad única. ¡Incluso pasó a integrar la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO en 2015! No tardarás en saber por qué.
¿Dónde se encuentran exactamente los acantilados de Moher?
¿Te sientes un poco perdido en geografía del Irlanda? Esta extensión de 13 km de acantilados se encuentra en el condado de Clare, en la costa occidental del país, y ligeramente al sur de Galway.
Los acantilados de Moher comienzas en las afueras de la localidad de Doolin y se extienden hacia el sur hasta Hag’s Head (la cabeza de la bruja). Como sucede con otros muchos lugares de Irlanda, en torno a la «cabeza de la bruja» también gira una leyenda: recibe su nombre de una bruja marina que encontró la muerte al caer desde ellos mientras perseguía por toda Irlanda a un apuesto héroe del que se había enamorado perdidamente.
Pero esta no es la única leyenda que gira en torno a los acantilados. Al observar las imponentes vistas del Atlántico y la abrupta caída de los acantilados hasta las aguas gélidas y turbulentas, es fácil entender por qué.
¡Tan imponente como perturbador!
Qué ver y qué hacer en los acantilados de Moher
Los Acantilados de Moher son un auténtico tesoro en lo que a actividades al aire libre se refiere, y no es de extrañar que hayan sido un imán para visitantes durante siglos. Sea cual sea tu grado de preparación física o tus intereses, estos impresionantes acantilados son el lugar perfecto para explorar si:
Eres aficionado al avistamiento de aves
Este rincón de Irlanda es un auténtico paraíso para todo tipo de especies de pájaros. Tanto es así, que los acantilados están clasificados como una zona de protección especial.
Si decides visitar los acantilados de Moher entre los meses de mayo y septiembre, recuerda llevar tus prismáticos y mantén los ojos abiertos para admirar los nidos de aves acuáticas como la gaviota tridáctila, el fulmar, el arao aliblanco o el alca torda. Este lugar es también hogar de la mayor colonia de frailecillos en tierra firme. ¡Anímate a intentar divisar el color naranja intenso de sus picos y patas cuando salgan del agua para regresar a sus nidos!
El senderismo es tu vida
¡Si es así, estás de suerte!
Los acantilados de Moher te parecerán una auténtica mina de oro si te gustan las caminatas costeras al son de unos vientos tenaces pero refrescantes. Para disfrutar de todo un día de senderismo, ponte a prueba con la ruta de senderismo de los acantilados de Moher, que parte desde Doolin y bordea los acantilados a lo largo de casi 18 km hasta llegar a Liscannor.
Si no las tienes todas contigo para llegar a ese nivel, pero, aun así, te gusta darte algo de caña, la ruta del acantilado de Doolin, más corta (dos horas de duración por trayecto), es una alternativa perfecta para cualquier momento del año. También parte desde Doolin, y te permitirá recorrer un paisaje rural virgen y la ruta por los acantilados hasta el centro de visitantes. ¡Incluso puedes explorar la ruta mediante una visita guiada a pie de la mano de uno de los lugareños del condado de Clare! ¡Gente divertida!
Buscas ese lugar perfecto en el que declararte a tu media naranja
¿Buscas la forma perfecta de proponerle matrimonio? ¡Hay pocos lugares tan bien ambientados como estos impresionantes acantilados! Si programas tu visita en un día despejado (¡o al menos sin lluvia!), podrás disfrutar de un sinfín de rincones inigualables a lo largo del sendero que recorre la costa.
Vale, te las has arreglado para hacerte con un anillo de pedida sin entrar en bancarrota y has conseguido llegar hasta Irlanda… ¿cómo piensas hacerlo?
¡Tenemos lo que necesitas! El entorno de la Torre de O’Brien (una torre del siglo XIX que parece pertenecer a un castillo) es una apuesta segura. Si deseas lograr una experiencia aún más memorable, puedes esperar hasta la puesta de sol para disfrutar de unas vistas espectaculares —y sin interrupciones— del sol adentrándose en el mar tras el horizonte. ¡Eso sin duda gana a ponerse de rodillas en un restaurante abarrotado de gente!
Eres fan de Harry Potter
¿Quién está en lo cierto? ¡De modo que has visto la saga de películas varias veces y no pareces cansarte del maravilloso mundo de la magia! Lo entendemos, ¡nosotros tampoco!
Por eso sabemos que te encantará conocer la conexión entre los acantilados de Moher y Harry Potter.
Los escarpados picos y el expresivo skyline tuvieron un destacado papel en la película Harry Potter y el misterio del príncipe. ¿Te estás devanando los sesos para intentar recordar en qué momento exacto de la película aparecen? Remóntate a la escena en la que Harry y Dumbledore aparecen en una cueva para destruir una de las siete reliquias de Lord Voldemort. Al fondo, podrás identificar las abruptas paredes de roca de los acantilados.
¡Sí, esa es!
Los acantilados de Moher también han tenido su momento de protagonismo en otras películas y series de televisión… ¡desde la comedia romántica Tenías que ser tú hasta el clásico de culto La princesa prometida! ¡Estos acantilados son toda una celebridad!
¿Te gustaría seguir descubriendo la Isla Esmeralda? Echa un vistazo a nuestra guía de lugares históricos de Cork o atrévete a cruzar la frontera hasta Irlanda del Norte para disfrutar de una ruta épica por las mejores localizaciones de Juego de Tronos del país.
