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13 diferencias entre conducir una furgoneta y conducir un coche

Ponerte al volante de una furgoneta puede ser complicado, pero con la preparación adecuada el reto se puede superar fácilmente. Echa un vistazo a los aspectos clave a tener en cuenta para hacerlo.

13 diferencias entre conducir una furgoneta y conducir un coche

13 diferencias entre conducir una furgoneta y conducir un coche

Ponerte al volante de una furgoneta puede ser complicado, especialmente si estás acostumbrado a conducir un coche. ¿Por qué? Para empezar, las furgonetas suelen ser bastante grandes. Están diseñadas de una forma distinta, tanto por dentro como por fuera. Por lo tanto, también se manejan de forma distinta. Todo esto supone unos cuantos retos a superar, aunque se puede hacer fácilmente con una buena preparación. Así que sigue leyendo para conocer las 13 diferencias clave entre conducir una furgoneta y conducir un coche. Los hay sin suerte, ¿verdad? Este no será tu caso.

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1. Distinto panel de instrumentos

Las furgonetas no suelen tener consolas centrales, lo que hace que tengan los controles dispuestos de forma distinta a los coches. Tendrás que acostumbrarte a tu nuevo salpicadero antes de ir a cualquier parte. Esto incluye tanto a los controles que están en el volante como a los que están en el propio salpicadero. 

2. El tamaño sí importa

Probablemente, la diferencia más evidente entre las furgonetas y los coches sea el tamaño. La mayoría de las furgonetas son más grandes que los 4×4 y los crossover SUV, que son de lo más común en los últimos años.  

Tendrás que acostumbrarte al tamaño rápidamente, en especial cuando tengas que pasar por puentes estrechos o barreras bajas. Conocer con exactitud el largo y el ancho de tu furgoneta es lo mejor para evitar cualquier tipo de percance cuando estés en la carretera.

3. ¡En marcha!

Muchos de los coches modernos de hoy en día vienen equipados con seis marchas, mientras que la mayoría de los automáticos tienen siete u ocho. Aun así, si estás acostumbrado a conducir un vehículo manual de cinco marchas, con una marcha atrás y cinco para avanzar, podrás notar la diferencia al conducir una furgoneta. 

Esto sucede porque, a menudo, las furgonetas tienen seis marchas, lo cual es útil para circular a velocidades más elevadas. Esto mantiene las revoluciones bajas, de modo que el motor no tenga que trabajar tan duramente, lo cual lo hace más eficiente. Así que asegúrate de conocer la disposición de los cambios de marchas antes de emprender tu camino. 

4. Moverse en círculos 

En el momento en el que intentes llevar a cabo una maniobra a baja velocidad, como puede ser dar una vuelta en la carretera, te darás cuenta de que la conducción de las furgonetas es totalmente distinta a la de los coches. Las furgonetas tienen círculos de giro más amplios, así que deberás tener en cuenta este aspecto si decides hacer un giro en U o cualquier maniobra similar. Ni se te ocurra intentar hacer lo mismo que Austin Powers para girar un cochecito en un pasillo estrecho.

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5. Voltea la esquina 

Hablando de girar, otra de las diferencias clave entre coches y furgonetas la encontramos al doblar una esquina. A causa de la medida de una furgoneta, puede que te des cuenta de que tienes que abrirte un poco antes de girar. Deberías dejar el espacio suficiente para hacerlo y realizar los giros estrechos lentamente, asegurándote de que les avisas a los demás conductores lo que estás a punto de hacer. 

6. Está justo detrás de ti…

Pero puede que no lo veas. Lo que fuera que sea. Por lo general, las furgonetas no tienen ventanas traseras, lo que tapa gran parte de lo que normalmente sería la visión del coche. Esta es una de las grandes diferencias y algo con lo que se puede tardar un poco de tiempo a acostumbrarse. Sin un espejo de visión trasera, el uso de los retrovisores es aún más importante. Los retrovisores laterales suelen ser más grandes para ayudarte y, a menudo, tienen espejos retrovisores de ángulo muerto para aumentar tu curva de visión alrededor de la parte trasera de la furgoneta. 

7. ¡No circules a ciegas!

Los ángulos muertos suelen ser más amplios en las furgonetas a causa de la falta de ventanas. Además de no tener ventanas traseras, las furgonetas tampoco suelen tener ventanas traseras por los lados. Se trata del lugar en el que los pasajeros de la parte de atrás tendrían ubicadas las ventanas si estuviéramos hablando de un coche. Una vez más, tendrás que confiar en los retrovisores para evitar que los demás usuarios de la carretera te cojan por sorpresa. 

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8. Cárgala a conciencia 

¿Necesitas conducir una furgoneta cada día para el trabajo? ¿O solo quieres alquilarla para un día de mudanza? Sea lo que sea, hay una alta probabilidad de que el motivo por el que necesites alquilarla sea el espacio de carga. Cargarla de forma adecuada es un aspecto clave, básicamente porque las cosas pueden empezar a volar en la parte trasera de la furgoneta con mucha más facilidad de lo que lo harían en el maletero de un coche. Desde distribuir el peso de manera equitativa hasta colocar los objetos más pesados en primer lugar y en el fondo, cerciorarse de que la carga va segura es un requerimiento legal, así que está bien ser consciente de ello. 

9. Apárcala

A muchas personas no les gusta nada aparcar. Otras, en cambio, se pueden meter en los espacios más pequeños sin queja alguna. Pertenezcas al grupo que pertenezcas, no hay duda de que aparcar una furgoneta es muy distinto a aparcar un coche. Desde el tamaño hasta la conducción, pasando por la visibilidad, puede que incluso tengas problemas para encontrar un espacio lo suficientemente grande en el que aparcar. Si eres aprensivo en lo que se refiere al aparcamiento de la furgoneta, podría ser una buena idea que alguien te acompañe y te guíe a la hora de hacerlo.  

10. Llena el depósito 

Gracias a sus medidas y a la frecuencia con la que se usan, las furgonetas suelen tener motores diésel. Así que, cuando vayas a la gasolinera por primera vez, asegúrate de usar el carburante adecuado. Si no lo haces, tu furgoneta se va a estropear rápidamente.

11. Grávala 

Si necesitas gravar la compra de tu furgoneta, verás que tiene un precio distinto a causa de su tamaño. También hay diferencias en lo que respecta a la conducción de furgonetas con un objetivo comercial. Podrías ahorrar mucho dinero en los impuestos relacionados a los automóviles de empresa si solo la conduces para el trabajo. Así que vale la pena cotejarlo con la buena gente de Hacienda. 

12. No conduzcas a la velocidad del viento

Los límites de velocidad de las furgonetas son distintos a los de los coches. En áreas residenciales y autopistas son los mismos, pero en las calzadas de carril único o doble los límites para las furgonetas son de 50 km/h y 60 km/h, respectivamente. O sea, 10 km/h menos que los de los coches en ambos casos.  

13. Licencia para emocionarse 

Si quieres disfrutar de la emoción de conducir una furgoneta, tienes que asegurarte de que tu carné te lo permita. Las furgonetas más pequeñas están cubiertas por los carnés regulares, pero necesitas sacar otras calificaciones para conducir una furgoneta más grande. Un chequeo rápido de tu carné y del peso de la furgoneta que quieras conducir te ayudará a estar del lado de la ley. 

¿Preparado para alquilar una furgoneta? ¿Necesitas ayuda adicional? Consulta otros de nuestros artículos y aprende más sobre furgonetas: cómo conducir en la oscuridad, cómo retroceder y todo sobre los ángulos muertos.

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